El día 11 por la noche se realizó, como última sesión del taller, una observación con telescopio desde el puente de Hierro. A pesar de la fuerte contaminación lumínica, se observó la Luna y se vieron con nitidez los satélites de Júpiter.
Pedro Borgoñó, responsable del taller, reivindica el papel que debería tener la observación directa del cielo en nuestro sistema educativo:
“Hay astros en el cielo que son observables desde las ciudades, con telescopio o a simple vista, y que nos permiten realizar el taller NaveGeA, de navegación, geometría y astronomía. Los planetarios son importantes, pero debemos seguir mirando al cielo”.