Hoy miércoles nos ha visitado el ilustre autor Sir Ignatius Arthur Conan Doyle en busca de un ayudante entre los alumnos de 2º de la ESO. Necesitaba a alguien para clasificar las numerosas cartas que recibe, pero se ha entretenido y nos ha contado la historia de como ideó el relato El hombre del labio torcido. Para ello ha utilizado a distintos compañeros caracterizados como si fueran personajes de la obra. Había andrajosos y tullidos mendigos, un ciego que tocaba la pandereta e incluso una enfadada madre.
El autor había dejado morir a su protagonista cansado de ser conocido únicamente por él. Con esta presentación, volvió a revivir a Sherlock Holmes después de hacerlo caer por una cascada y de haber recibido innumerables amenazas por parte del público y su editor. No olvidemos que Conan Doyle también escribió otras obras, fue médico, jugó al rugby entre otros deportes, participó en tres guerras y ahora descubrimos que es capaz de derrotar a la muerte pero no a su propia madre. Gracias a esta representación hemos podido conocer al autor, reírnos con sus chascarrillos y descubrir que la inspiración para crear a Holmes no es tan elemental, querido Watson.